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LA ENVIDIA

¡¿Qué es la envidia?!

Es un sentimiento que va acompañado de tristeza o enojo, que una persona experimenta por algo que otra posee. También se la puede definir según la RAE como «una pasión malsana que afecta más a quien la vive que a aquel que la despierta»

Sentir envidia puede suponer un problema para las relaciones interpersonales ya que nos impide alegrarnos por aquello que los demás tienen. Los vemos como competidores, y en consecuencia, surgen comportamientos que van esmerilando las relaciones.

¡¿Se nace o se aprende a ser envidioso?!

Definitivamente se aprende a ser envidioso en base a lo que vemos al alrededor. Si estoy en un entorno donde abundan las quejas y las comparaciones voy aprendiendo ser envidioso. Tiene una directa relación con la autoestima. Cuando más baja es la autoestima, mas envidia se siente. Es directamente proporcional.

¿Existe la envidia sana?

Aunque esté socialmente aceptada, la envidia sana no existe. Podemos decir que existen distintas intensidades, y cada persona tiene o no los recursos para poder gestionarla. Pero envidiar de manera sana solo es una expresión socialmente aceptado, porque reconocernos envidiosos es algo muy duro y difícil. De hecho, decirle a una persona que es envidiosa es considerado un verdadero insulto, ya que se considera uno de los sentimiento mas oscuro y desagradable, entonces, cuando lo sentimos intentamos negarlo o disimularlo diciendo que es una envidia sana, pero de sano no tiene nada. Desde lo más profundo existe la sensación de que el otro tiene algo que yo no tengo o no puedo tener, por lo tanto, me está mostrando en gran medida mi incapacidad.

¿A las personas envidiosas les cuesta más ser felices? 

Generalmente sí. Las personas que experimentan muy a menudo este sentimiento, tienen muchas dificultades para valorar lo que tienen a su alrededor y se viven comparando con los demás. Aquí subyace un tema más profundo que es la auto-estima. Ser feliz implica poder valorar lo que uno tiene y alegrarse por lo que tienen los demás”

En cuanto a las personas que sienten envidia, pero no se manifiestan como tal, viven un proceso más doloroso aún. Porque suelen aparentar sensaciones que en realidad no sienten. Muestran una máscara social y fingen algo que no están experimentando. Esto con el tiempo se transforma en síntomas. Recordemos aquel viejo refrán que dice: «El cuerpo expresa lo que la boca calla»

¿Cómo reconducir la envidia o disminuir su intensidad?

Para reconducir o reducirla este sentimiento, es importante empezar a valorar lo que uno tiene, siendo capaz de reconocer las inseguridades y las capacidades. Intentando no compararse con los demás desde lo negativo y fijarse qué hacen las personas que envidiamos para tener lo que tienen.

Y si observamos que los demás sienten envidia por nosotros, lo primero que debemos hacer es ser claros en nuestras intenciones. Siempre desde un proceder empático y teniendo clara nuestra realidad, es fundamental expresar lo que puede ocurrir si dejamos crecer ese sentimiento en la relación. Pero el otro tiene que saber que nos estamos dando cuenta.

Ahora bien, existen niveles patológicos de envidia y en ese caso lo propicio es tomar distancia de esa u esas personas, ya que los comportamientos que de ello surjan pueden ser muy destructivos.

Juan Carlos Lorenzo
Psic. Social, Master Trainer en PNL y Coach Ontológico

www.pnlcbaconsultora.com   /   info@pnlcbaconsultora.com

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