La prosperidad y la abundancia, del mismo modoque al amor y la felicidad solemos buscarla fuera, eso se debe a un patrón cultural.
Así nos enseñaron a “pensar” desde niños y hoy éstas estructuras o mapas mentales operan en nuestra psique.
Pero no debemos buscar culpables, ya que del mismo modo, nuestros progenitores, quizás por falta de conocimiento, sus padres — nuestros abuelos — así les enseñaron.
Ahora bien, si nos preguntamos ¿Cómo vivieron nuestros abuelos?… Pues es muy probable que lo hicieron en situaciones de escasez, ya que ellos vivieron en tiempos de guerra; de ahí es que concluyeron en que la vida es dura y que las cosas sólo se consiguen con esfuerzo y luchando.
Inclusive si escudriñamos un poco más, descubriremos patrones culturales derivados de conceptos religiosos, que hacen de la pobreza una virtud, cuando en realidad no lo es. Muy conocidas son frases como; “Prefiero ser pobre pero honesto”.
Como si a la riqueza sólo tuviesen acceso las personas deshonestas. Otra frase muy conocida es la siguiente: “Es más fácil que un camello entre por el
ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos”…En conclusión, todos estos mapas mentales quedan en la memoria colectiva; y de ahí pensar,
erróneamente, que no tenemos suficiente y que existe la escasez.Lo importante de todo esto es que una vez que éstos mapas mentales se instalan en nuestra mente, luego operan en forma autónoma y nos hacen interpretar el mundo de ese modo.
En conclusión, pensamos, sentimos y actuamos, (muchas veces de manera inconsciente), reafirmando esas creencias. Pero lo cierto es que esos mapas mentales nos han impedido ver la abundancia que nos rodea.
Wyne Dyer, un afamado Psiquiatra estadounidense autor del libro “Tus zonas erróneas”, entre otros Best Seller, decía que “la prosperidad no se toma, se sintoniza”
Pero, ¿A qué hacemos referencia con Prosperidad y Abundancia?… Es la capacidad de apreciar todo lo bello y bueno que tenemos y cómo al observarlo se expande.