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¡¿ESTAMOS EDUCANDO A NIÑOS FRÁGILES PARA LUEGO REPARAR ADULTOS ROTOS?!

Para introducirme en este tema quiero citar a Novak Djokovic, tenista profesional que nació el 22 de mayo de 1987 en Belgrado y que tuvo que vivir una infancia muy dura, producto de las guerras yugoslavas.

Su infancia fue una verdadera tortura, debido al asedio de la guerra y la pobreza. Pero a pesar de las complicaciones, nunca abandonó su sueño de ser tenista. Por el contrario, aprovechó ese calvario para formar una mentalidad ganadora, un espíritu luchador y una ambición incansable que le sirvieron para convertirse en el tenista más importantes de la historia.

En un reciente reportaje dijo; «Alguna vez soñé con ganar Wimbledon y con ser campeón de Grand Slam. Elegí mi propio destino. Vivan el presente, olviden el pasado, pero si quieren un mejor futuro deben crearlo»

En contrapartida hoy escucho en mi consultorio a muchos padres decir que su único interés esta centrado en que sus hijos sean felices, y en ese andar buscan solucionarle todas las dificultades que se les presentan. Creyendo que si le allanan el camino le están haciendo un bien.

Con esto no estoy diciendo que hay que abandonarlos a la buena de Dios, ni tampoco que tienen que atravesar las penurias de Novak. La intención es ponerlo en contraste con la sobreprotección.

Porque estoy absolutamente convencido que los dos extremos son dañinos, mas sin embargo, si tuviera que elegir entre los dos males, (el abandono o la sobreprotección), elegiría el primero.

La sobreprotección es absolutamente incapacitadora. Es un acto de violencia, amorosamente aplicado.

Cada día observo más padres de algodón construyendo una generación de cristal. Ya casi no se puede decir nada, porque inmediatamente se sienten ofendidos. ¡Frágiles como el cristal!… Se rompen de nada. Extraviados. Sin capacidad de administrar la frustración. Quieren las cosas ¡Ya! o te rompen todo. Intoxicados con dopamina.

Entonces me pregunto… ¿Cómo los estamos educando?

Estoy convencido que es más fácil construir niños fuertes, que reparar adultos rotos.

Sheikh Mohammed, importante gobernante árabe, al ser interrogado sobre el futuro de la ciudad dijo: «Mi abuelo andaba en camello, mi padre andaba en camello, yo ando en Mercedes, mi hijo anda de Land Rover, y mi nieto va a andar de Land Rover, pero mi bisnieto va a andar en camello…»

Y luego cerró diciendo: «Los tiempos difíciles crean hombres fuertes, los hombres fuertes crean tiempos fáciles. Los tiempos fáciles crean hombres débiles, los hombres débiles crean tiempos difíciles.”

Juan Carlos Lorenzo
Psic. Social, Master Trainer en PNL y Coach Ontológico

www.pnlcbaconsultora.com   /   info@pnlcbaconsultora.com

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